Tiempos De Zurcir #3: Los Tres Comienzos


La palabra "torreón" hace referencia a una torre elevada sobre una pared perimetral que se utiliza principalmente con fines de vigilancia.

En 1848 existía lo que se conocía como la Hacienda de San Lorenzo de la Laguna y en ese año fue comprada por los señores Leonardo Zuloaga Olivares y Juan Ignacio Jiménez.

Como parte de los esfuerzos por prevenir las incursiones por parte de los tobosos e irritilas (comunidades indígenas de la región) es que se decidió construir varios torreones dentro de la extensión de lo que a la postre se conocería como el Rancho de El Torreón.

A partir de la llegada del ferrocarril a la zona en el año 1883, la población y la actividad dentro de ella aumentaron al punto de que el rancho obtuvo la denominación de "villa" en 1893.

Fue durante este tiempo que a la región llegó un ingeniero de origen alemán que vivía en San Antonio, Texas. Su nombre: Federico Wulff Olivarri.

Él se volvería uno de los hombres que le darían forma a lo que se conocía como el rancho, posteriormente villa y finalmente ciudad de Torreón.

Una de sus marcas más importantes en la ciudad fue el diseño de las calles y zona centro de la villa, que solía estar junto a las vías de ferrocarril que siguen cruzando la ciudad.

Una anécdota curiosa respecto a eso es que cuando se le pidió el trazado del centro, él no contaba con materiales de medición apropiados para un trabajo así. El Sr. Wulff estaba simplemente de visita en Ciudad Lerdo cuando el destino lo buscó.

Su única herramienta era una cinta marcada en pies y pulgadas que había traído desde San Antonio. Esa es la razón por la cual las calles del centro miden diferente al respecto de las demás en la ciudad.

Fue en 1901 que Federico Wulff decidió construir una casa para su familia en la región. Decidió hacerlo en el mismo punto donde comenzó la ciudad: en las vías del tren, en lo que hoy se conoce como el Sector Alianza.

La construcción finalizó en 1905. Dos años después, la villa de Torreón obtendría formalmente la denominación de ciudad. 

En 1993, la casa Wulff fue adquirida por la ciudad y convertida en un museo dedicado a la familia que ahí vivió así como del período pre y post revolucionario.

La Casa Del Sr. Wulff

Actualmente se le conoce como Museo Casa del Cerro.

Es aquí, donde la ciudad tuvo su primer comienzo y donde uno de sus arquitectos puso su hogar que daría comienzo el proyecto denominado Zurcir.

Esa idea traída desde Occitania...

Uno de los primeros misterios que necesitaba resolver era el nombre de El Heraldo de Occitania. Si iba a entrar de lleno a este proyecto, necesitaba saber al menos con quién iba a colaborar.

Afortunadamente, esa fue una de las primeras respuestas que obtuve al llegar al museo.



Al Heraldo de Occitania también se le conoce como Monsieur Philippe Poupet; escultor, muralista, zurcidor.

Mucha gente respondió a su invitación para tejer redes en común, por lo cual no había tiempo que perder.

Manos A La Obra

La mecánica era simple: aquellos que zurcieran debían anotar su nombre en la lista para contar como co-autores. 

La herramienta era igual de sencilla: carboncillos comprimidos. 

Debido al hecho de que mi comprensión sobre la idea general era prácticamente nula, yo esperaba un diseño complejo para poner en la pared junto con pinturas especiales y costosas que sería toda una presión el utilizar. Esperaba brochas, latas de aerosol, con suerte algún tapabocas y definitivamente terminar como un muestrario de colores andante.

Pero no, la idea era muchísimo más simple y sencilla.


Herramientas De Trabajo

Algo que me dejó perplejo desde el comienzo fue el hecho de que la autoría final sería compartida. Eso fue algo... inusual. Yo esperaba que el mural quedara a nombre de Philippe con todos aquellos que colaboráramos como ayudantes, pero no fue el caso. Él insistió mucho en el punto de que él solo sería un coautor más pero no el creador titular de la obra.

Él simplemente estaba poniendo la idea.

"Simplemente", en éste caso suena hasta burdo ponerlo así tomando en cuenta lo que implicaría.


Ideas Claras

Parte de las herramientas disponibles para los interesados era lo que yo llamo "El área de ideas claras". Un lienzo grande de cartulina donde se podía practicar el trazado que uno quisiera hacer sobre el muro. Así, uno podía equivocarse sin afectar al zurcido final.

Otra idea muy simple pero muy efectiva. Particularmente porque esa área serviría para que varios de nosotros comprendiéramos mejor la idea general del proyecto, en especial para el futuro inmediato.

Para cuando llegué al mural, ya había un avance sustancial en la obra. Aun así, había pequeños detalles por resolver así como la parte que creo que fue la más incómoda por el ángulo: zurcir el techo.

La Imagen Completa

Los Pequeños Detalles

Cualquiera que en algún punto haya creado una fotografía, dibujo, pintura, video o cualquier cosa visual sabe cuánto cambia en dificultad el apuntar la vista hacia arriba por períodos largos. 

Los grandes maestros del arte no pudieron escapar a este hecho; Miguel Ángel tuvo éste problema al pintar la bóveda de la Capilla Sixtina y fue una de las razones por las cuales le fue tan pesada la encomienda del Papa Julio II: pintar viendo hacia arriba cambia la perspectiva, el ángulo y la comodidad para hacerlo es mínima si no es que inexistente.

Sin embargo, eso más que ser un problema era un reto técnico a resolver. El tipo de cosas que suelen surgir en actividades de éste tipo y las que vuelven más interesante el proceso.


Un Ángulo Diferente

Ese no era problema para los que estaban ahí, al contrario, era un aliciente.

Al estar capturando el proceso con mi cámara escuche a Philippe describir su visión personal y razones para hacer el mural.


Explicando Una Visión

Probablemente este fue el punto en donde yo fui zurcido al proyecto como tal. Esto no era un simple proyecto para el olvido como muchos que he conocido antes, éste era algo para unir no solo a regiones geográficas, instituciones y artistas, sino a las personas.

Por eso no importaba que los participantes supieran o no de dibujo; eso era lo de menos. Lo importante era dejar de lado las diferencias y trabajar en conjunto con un propósito definido.

Sí, esto suena hermoso y sacado de un emotivo y esperanzador discurso político, pero seamos francos, en la práctica diaria ¿cuántas veces ocurre esto realmente?


Puliendo La Técnica

Los Niños Son Bienvenidos

Y sin embargo, aquí estábamos. Zurciendo al muro, zurciendo con otros, siendo zurcidos.

Aquí fue donde me di cuenta que no habría forma de relatar una experiencia así sin imágenes que la sustentaran.

Aquí fue donde decidí que más que zurcir con carboncillo, lo haría con luz. Preservaría éste proyecto en fotografías para el futuro porque algo así vale la pena que perdure. Más allá del tiempo, de decisiones o de las personas.

En éste punto no sabía si los murales de éste proyecto quedarían fijos en las locaciones donde se plasmarían pero no quise tomar riesgos; era mejor conservarlos en algo más duradero.

Trazos Altos Y Bajos

El Toque Delicado

Detalles Finos

Líneas Diferentes

Cerrando El Hueco

Uniéndose Al Esfuerzo

Había funcionado. La idea desde Occitania había sido aceptada por completo.

Para mí fue curioso notar el contraste que había en las cosas pequeñas relacionadas al tema.

Por ejemplo, ésta cajita de carboncillos cruzó el Atlántico y llegó hasta aquí para ser parte de esto.


Arte Comprimido

Y fue recibida por algo que definitivamente simboliza a ésta región: 

Arte Local

De hecho, a la postre, ese toque lagunero sería lo que definiría a cada mural y le daría una identidad propia, completamente diferente entre cada uno. 

La convocatoria de Monsieur Poupet tuvo definitivamente mayor respuesta de la que esperaba. Eso fue sorprendente y grato de ver. 

Respondiendo Al Llamado

Había niños, jóvenes, adultos de todos rumbos. Todos fueron bienvenidos y todos cooperaron con un trazo o línea.

Laguneros En Acción

La lista de autores sería larga... Bastante larga. Todo un logro en sí mismo para el heraldo de Occitania.

Él puso la idea y el material para hacerlo, nosotros teníamos que poner la magia.

Magia Lagunera

Algo importante, sobre todo en temas que tengan que ver con arte, es la importancia de disfrutar el proceso. Creo que si no lo puedes disfrutar, no vale la pena hacerlo.

No puedo hablar por todos los que hayan participado, pero definitivamente sí hubo gente que disfrutó el proceso.



Línea Enfocada

La Artista Contenta

Zurcido Generacional

Alcanzando Alto

Zurcido En Progreso

Atrapada En El Acto


Casi Listo

Finalmente decidí hacer a lo que originalmente había ido: ayudar a hacer el mural. A pesar de que el dibujo no es mi fuerte, decidí empujar ese límite. Para eso estaba ahí después de todo.



Si bien ya no había pedazos de la de pared sin trazos, decidí pensar en una escala macro y zurcir dentro del zurcido, después de todo, no hay nada de malo en un buen remache.


Cooperé lo más que pude pero debo admitir que todavía en éste punto todavía no comprendía la idea de Philippe en cuanto al trazado específicamente. Entendía la idea del proyecto y qué buscaba pero en cuanto a qué tipo de trazos quería, no.




Cooperación Personal


Escudo De Armas

Aun así, me dio una buena idea sobre cómo abordar el siguiente mural que se haría. Tanto como colaborador como fotógrafo.

A pesar de que mi colaboración no fue tan extensa como la de otros, sí pude sentir ser parte del mural. Mis líneas y trazos se fundirían con las de los demás y se volverían parte de la línea única que lo formaba. 


La Línea Que Nace

Pues esa era la idea de Philippe; que una colección de líneas se volviera una sola y que pudiera representar como cuando se quita todo lo demás, muchos pueden hacer algo grande.


Zurciendo

Es sorprendente cuantas ideas y cuanto impacto puede caber en algo tan simple y pequeño...

Perdigones Mágicos

Todos los que nos involucramos en zurcir compartimos un mismo síntoma: La Mano de Zurcidor.

Mano De Zurcidor

Esa sería nuestra marca para identificarnos, los que estuvimos, los que pusieron un trazo, los que pusieron el tiempo y las ideas.

Aunque nos hayamos lavado el carboncillo de las manos, la marca sigue estando ahí.

Los que la tienen, saben que la cargan en sus dedos.

La faena por el día terminó. El mural estaba casi completo, lo que faltaba era el techo pero eso se haría pronto. El museo estaba por cerrar y teníamos que partir.

Pero antes de hacerlo, hubo tiempo de tomar dos imágenes para el recuerdo.


Faena Completa #1

Faena Completa #2

Fue momento de partir, los adioses y hasta luegos se dijeron y se dejó el compromiso de regresar a terminar lo que faltaba por zurcir.

Pero era necesario un descanso por ese día. Nos lo habíamos ganado.

Sin embargo, una sorpresa aún estaba por llegar...

El maestro Gustavo Montes nos extendió una invitación a comer en su casa una deliciosa paella preparada por él mismo. 

Era una proposición interesante y que valió la pena aceptar. Fue una exquisita comida aunada a pláticas y relatos interesantes de escuchar.

La tarde se pasó entre amigos y colegas, entre zurcidores. 


Soirée Bajo La Luna #1

Soirée Bajo La Luna #2

Gracias por la invitación, Gustavo. Fue una gran forma de terminar el día

El mural continuaría pronto. Tenía que estar listo para la inauguración a finales de Septiembre, antes de que se comenzara el segundo mural del proyecto.

Al menos ese era el plan.

Pero a veces, al universo no le importa lo cuidadoso de la planeación. A veces él tiene una idea diferente de cómo deben ocurrir las cosas.


Continuará...

Un agradecimiento especial a mi madre, Nancy Núñez y a mi hermana, Victoria Valentina por permitirme utilizar sus fotografías para complementar ésta entrada.


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